miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Qué hago aquí?

"Al principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios". Así comienza el evangelio de San Juan: dándole la mayor preponderancia a la palabra, ésa que definitivamente nos define como humanos. Quizá por ello nos gusta adornar la palabra, darle realce. Parte de estos intentos hacia la ganancia de realce para la palabra son el retruécano y el doble sentido, y es este último el que me he atrevido a usar para denominar este blog que en algún momento posterior quisiera llamar nuestro.

Cine-mática (así, con el guion separador) es un título que se compone de dos intenciones que animan mi espíritu: por un lado, el gusto por el cine; por el otro, el disfrute de la matemática que, en años recientes, se ha orientado hacia su historia. La primera intención del título sé que es compartida por muchísimas personas; la segunda, en cambio, está bastante más restringida. Pudiera separarlas pero -como todo en esta viña del Señor- tienen sus puntos de enlace que me gustaría explorar en algún momento, sin tener que dar explicaciones adicionales. En todo caso, con ellas no corro riesgo de ser acusado de bigamia si las disfruto simultáneamente. Cada quien hurgará estas páginas en busca de su satisfacción personal y hará su propia selección.

Respecto al cine he de decir que no paso de mirón, pues no tengo ninguna formación en él, como no sea la que me ha dado el ejercicio (algo irregular en el tiempo) de sentarme tantas veces en una sala obscura para dejarme absorber por las imágenes, los tonos, el color, el ritmo, la música, la palabra o su ausencia. Este ejercicio se ha visto fortalecido en los últimos tiempos por la presencia del DVD que me ha permitido llevar a casa tanto obras recientes como grandes clásicos que, de otra manera, se hacían algo inaccesibles. He de dar la advertencia de que mis comentarios podrían revelar buena parte del agumento de la película (lo que creo que se llama spoiler). Mi punto de vista al respecto es que nadie -por prolijo que sea- me puede contar una película mejor que el proyector y la pantalla; pero sé que no todo el mundo piensa como yo, así que me es obligado hacer la advertencia.

Mi primera reseña tocará una película de un director poco conocido en ese cine que vive más de las cotufas (o palomitas de maíz) y de los refrescos (o sodas) que de los propios filmes. Se trata de "Los perros de paja" de Sam Peckinpah; quienes la conocen saben que no es casual que sea la primera: el personaje protagonista es un matemático. Hay muchas otras películas que tratan el tema de la matemática más a fondo y directamente, pero no importa: ésta es una de mis películas favoritas de todos los tiempos.

En cuanto toca a la matemática, allí sí tengo formación profesional, pues egresé con ella de un pedagógico y algunos años después realicé una maestría en matemática aplicable. Ejercí durante veintisiete años como profesor de la materia en una facultad de ingeniería y he escrito algunos libros acerca de la materia, de los cuales han sido publicados cuatro elementales; dos de ellos con sentido divulgativo y los otros dos atendiendo aspectos técnicos que podrían interesar a estudiantes de educación media o bachillerato. Como ya comenté, los tiempos que cursan me han llevado -por la vía inicial de la divulgación matemática- hacia la historia de la disciplina, cuestión que ocupará sin duda la mayor parte de mis entradas en lo que a este aspecto del blog se refiere. Comenzaré por una biografía que, por sus aspectos románticos, debería ser llevada al cine: la de Evariste Galois.

Abran entonces la butaca o dispongan lápiz y papel sobre la mesa. Cine-mática está por comenzar.

2 comentarios:

  1. Douglas, es un verdadero disfrute leerte. Me siento privilegiada por la vida de tenerte como uno de mis mejores amigos. Un abrazo

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  2. ¡Gracias Amor! Esta idea me la diste tú con tu propio blog. Es bueno tener gente que lo acicatee a uno.

    Un beso.

    Douglas

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